No.1, pueblo de Shigou, ciudad de Chengtou, ciudad de Zaozhuang, provincia de Shandong, China.
El término azodicarbonamida no es precisamente fácil de pronunciar y se refiere a algo bastante simple que muchas personas utilizan en los alimentos. Este auxiliar especial se incluye con frecuencia en el pan y los alimentos horneados. Ayuda a que los alimentos se eleven más y se adhieran mejor para que sean deliciosos. Además de en alimentos, la azodicarbonamida también se utiliza para fabricar otras cosas, como espuma plástica y caucho, materiales que se utilizan en muchos productos que utilizamos a diario.
Aunque la azodicarbonamida se encuentra en muchos productos consumidos por una gran cantidad de personas, otros han expresado su preocupación por la posibilidad de que no sea segura para todas las personas. A algunos les preocupa que pueda suponer un problema de salud, e incluso provocar alergias en algunas personas. Debido a esas preocupaciones, algunos países, incluidos el Reino Unido y Australia, no permiten que se utilice en los alimentos. Quieren mantener a todos seguros y saludables, y es por eso que tomaron esta decisión.
La azodicarbonamida se utiliza ampliamente en muchos alimentos en los Estados Unidos. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la agencia que controla la seguridad alimentaria, es segura para el consumo. La azodicarbonamida se encuentra en una amplia variedad de alimentos populares, como panes, bagels y masa de pizza. También se utiliza en bollos de comida rápida y en diversos productos horneados. Es posible que muchas personas no sepan que consumen azodicarbonamida, ya que esta controvertida sustancia química no siempre se identifica fácilmente en las etiquetas de los productos. Esto puede dificultar que los consumidores sepan lo que están comiendo.
Con tanto uso, uno pensaría que no habría dudas sobre la seguridad de la azodicarbonamida, pero todavía hay algunos detractores. Algunos estudios han descubierto que la sustancia podría provocar problemas, como problemas respiratorios como el asma, que podrían ser graves para algunas personas. Dicho esto, estos estudios no prueban que la azodicarbonamida sea dañina en sí misma, y sería útil realizar más investigaciones para comprender realmente los posibles riesgos para la salud asociados con ella.
Si prefieres mantener la azodicarbonamida fuera de tus alimentos, existen ingredientes alternativos que ayudan a lograr el mismo resultado. Pero algunos panaderos y productores de alimentos han comenzado a recurrir a ayudantes naturales. Por ejemplo, pueden emplear levadura o incluso bicarbonato de sodio para hacer que sus productos horneados se inflen. Otros han recurrido a agentes naturales, como enzimas o ácido ascórbico, para lograr efectos similares sin el uso de azodicarbonamida. Estas opciones ayudan a las personas que desconfían de consumir ciertos aditivos.